Alguien una vez me dijo que no se creía ni lo bueno ni lo malo que le decían las personas sobre si misma.
Que puta sabiduría.
Como una guitarra que se oye a lo lejos en los callejones de Granada y me llevan a perderme no se a por donde ni porqué.
Como el olor de la comida de mi madre me lleva hasta la cocina sin darle el orden a los pies.
Como un sabor que se expande por la boca y te lleva a el siguiente bocado aunque hubieras decidido no comer más.
Como un rayo de luz en la calle siguiente que me hace caminar rápido para alcanzarlo.
Así,
quiero creerme lo que creo que dices.
Quiero escucharlo en repeat continuo y con música de fondo, quiero creérmelo todo todo y TODO y dejarme llevar por como me ves ( como imagino, fantaseo, que me ves) quiero creerme que ya soy quien quiero ser y entre delirio y delirio me doy cuenta de que estoy delirando y ademas, de que volví a caer en mi propia trampa, la misma que jure que no volvería a pisar.
Y aquí , dejando mi vida de lado porque la tuya me hace sentir bien.
Sin querer, diré en mi defensa. Pero sí, deje mis emociones a tu cargo sentirme guapa, lista, inteligente, ingeniosa, graciosa, extrovertida, creativa, bondadosa aun anunciando que NO iba a hacer eso.
Yo soy esta y también soy la misma que es caótica, nerviosa, envidiosa, egocéntrica, oportunista, depresiva, olvidadiza, fantasiosa.
Y eso soy.
Nadie en el mundo puede decir lo contrario o puede darme la razón porque nadie más en el mundo sabe quien soy o hasta donde soy capaz de llegar.
Y si viene alguien y te dice que eres guapa, se lo agradeces por su buen gesto y por su opinion, no porque sea verdad o mentira. Aunque quieras creer que es verdad.
Y si viene alguien y te dice que eres tonta le envías a la mierda por su mala intención no porque sea verdad o mentira.Aunque quieras creer que es mentira.